Más que creer que los ojos de Dios siempre me estan mirando, siento que tengo dentro del cerebro, conectada a los ojos una cámara que registra cada uno de mis actos.
Creo que cuando uno se muere, se va a un gran micro-cine que está en el cielo, y junto a un comité ad-hoc, uno se sienta a ver lo que ya vio.
Eso se llama el infierno
Algunos, supongo creen que es el cielo.
- Por Favor, rebobinar;