domingo, 2 de diciembre de 2007

VDE 07

Estoy en la arena, tumbada, raja, pegoteada por la humedad, sin fuerzas siquiera para arrojarme a la piscina y flotar un rato hasta desaparecer. Estoy aburrida, lateada: hasta pensar me agota. Desde hace una hora, mi única distracción ha sido sentir cómo los rayos del sol me taladran los párpados, agujas de vudú que algun ex me introduce desde Haití o Jamaica, de puro puto que es. Pienso: no debí dejar los anteojos de sol en Santiago...